Escribir para mí es un gran placer. Sin embargo, para muchas personas, el hábito de la escritura no es una práctica común, y no ayuda para el desarrollo de la cultura personal. Cualquiera que piense que la lectura no ayuda para el aprendizaje está muy mal, ya que la lectura es lo que más ayuda a una persona a leer y escribir.
En Brasil, por ejemplo, no es una prueba que se realiza cada año llama ENEM (Exame Nacional do Ensino Médio - Examen Nacional de Alta Escuela). En esta prueba, una de las evaluaciones es la prueba escrita que se conoce la escritura. Este ensayo es una prueba descriptiva, donde los candidatos deben describir lo que piensan sobre un tema en particular, la defensa de su punto de vista de una manera sistémica.
¿Cuántos libros que hay que leer para llevar a cabo la prueba Enem? Muchos de los libros más leídos, mejor. La razón es que los evaluadores les gusta ver las citas en el texto de varios autores. Cuando el candidato cita fuentes fiables de escritores o lecturas, lo que garantiza la credibilidad al texto. No es cualquier persona que tenga conocimiento literario a nombre de los autores de libros. De hecho, no es suficiente citar el autor, es necesario citar frases completas escritas por estos autores, incluso si la sentencia no es totalmente correcto como la cita original.
El redação ENEM evalúa diversos aspectos y cualidades de los estudiantes, no sólo el conocimiento de la lengua portuguesa, pero el conocimiento básico de la literatura. Si usted es un estudiante de España, Argentina, Bolivia o Brasil, lo que necesita saber cómo escribir bien. El Enem es una encuesta nacional de Brasil, pero en Argentina también hay otros tipos de pruebas para la persona para entrar en una universidad.
Los criterios de evaluación son Enem concisa y eficiente. No es necesario un gran conocimiento del portugués a tomar nota en el año 1000 en la redacción del ENEM. Existen criterios de evaluación requeridos por los corredores, llamadas "5 competências" (5 habilidades), que son cualidades textuales de dominio argumento, la criticidad, entre otros requisitos.
En pocas palabras, si usted es brasileño y planes para pasar el examen ENEM, leer el mayor número de libros que pueda. No se limite a atascarse en las lecturas populares o periódicos. Leer ficción, el romance, las lecturas científicas, que pueden ser útiles a la hora de citar autores por escrito la prueba.
Los evaluadores Enem está leyendo expertos de muchos estilos, muchos autores sepan, que simplemente no tienen estas frases autores decoradas. Esto es una ventaja para el estudiante que tuvo la idea de citar a los autores, no tiene miedo de escribir una frase completa como se indica en los libros originales.
sábado, 24 de setembro de 2016
Prohibido leer esta entrada
Dejemos las reseñas a un lado y hagamos de esta entrada algo más personal.
No voy a quejarme de que el blog está en estado de hibernación porque salta a
la vista. Así que a nula inspiración, bueno es hablar sobre un poco de todo.
Mis lecturas han empezado el año muy descolocadas.
Quería empezar fuerte y me aventuré con Un mundo sin fin, la
continuación de Los pilares de la tierra. Craso error, se me está
haciendo eterno. No me queda mucho para acabarlo, pero aún así no tiene nada
que ver con su el anterior. Luego he ido de libro en libro con temas que no
suelo leer pero que lo hice por trabajo. También leí Lolita,
la lectura escogida en El club Pickwick, que afortunadamente reseñé hace unas
semanas, así que me abstengo de comentar nada más. Otra lectura destacable por
su fama actual sería Cincuenta sombras de Grey. La curiosidad pudo
conmigo, la culpa la tiene Nina
y sus frases en Twitter que me picaron. Veredicto: no voy a leer los
siguientes, para saber más, entren a mi Goodreads.
Ahora mismo, además de la lectura sin fin que comento más arriba, estoy leyendo The boy who sneaks in my bedroom window [Goodreads]. Dentro de unos meses me examinaré para el First Certificate y quiero leer mucho en inglés desde ahora hasta entonces. Tenía esta novela en el eReader desde hace unos meses y la compré porque estaba a un euro y pico, pero la verdad es que no me está gustando mucho, le falta chispa, está llena de tópicos y el estilo de la autora no es muy bueno. También estoy leyendo una novedad de este mes de febrero que saldrá reseñada en la revista Off the record de marzo. Por fin algo que me gusta, que exceptuando Lolita, puedo decir que llevo una racha algo mala.
Y hablando de Off the record quería dejar aquí plasmado que en el anterior número –el de enero- podéis encontrar tres reseñas mías: Theotocópuli bajo la sombra del Greco, de Rosa Huertas, un libro que abre una nueva visión de este gran pintor con un toque de lectura prescriptiva escolar, pero que ya me hubiera gustado a mí que me tocaran libros así; Recuerda que me quieres, de W. Davies o las conocidas blogueras Maisha y Arsénico con un Peter Pan y una Wendy muy actuales, y Prohibido leer a Lewis Carroll, de Diego Arboleda y Raúl Sagospe, un libro que es amor y cuyo título he versionado a mi manera para inaugurar esta nueva ¿sección? Realmente no sé cómo llamarla. Quería escribir sobre un poco de todo y no he encontrado nombre para ella. Así que la llamaremos «Sin nombre» e improvisaremos un título ingenioso cada vez.
Estoy pensando que hace muchísimo tiempo que no escribo en aquella sección que bauticé como «Curioso diseño» y Prohibido leer a Lewis Carroll es el libro perfecto para volver a ella.
Mis lecturas han empezado el año muy descolocadas.
Ahora mismo, además de la lectura sin fin que comento más arriba, estoy leyendo The boy who sneaks in my bedroom window [Goodreads]. Dentro de unos meses me examinaré para el First Certificate y quiero leer mucho en inglés desde ahora hasta entonces. Tenía esta novela en el eReader desde hace unos meses y la compré porque estaba a un euro y pico, pero la verdad es que no me está gustando mucho, le falta chispa, está llena de tópicos y el estilo de la autora no es muy bueno. También estoy leyendo una novedad de este mes de febrero que saldrá reseñada en la revista Off the record de marzo. Por fin algo que me gusta, que exceptuando Lolita, puedo decir que llevo una racha algo mala.
Y hablando de Off the record quería dejar aquí plasmado que en el anterior número –el de enero- podéis encontrar tres reseñas mías: Theotocópuli bajo la sombra del Greco, de Rosa Huertas, un libro que abre una nueva visión de este gran pintor con un toque de lectura prescriptiva escolar, pero que ya me hubiera gustado a mí que me tocaran libros así; Recuerda que me quieres, de W. Davies o las conocidas blogueras Maisha y Arsénico con un Peter Pan y una Wendy muy actuales, y Prohibido leer a Lewis Carroll, de Diego Arboleda y Raúl Sagospe, un libro que es amor y cuyo título he versionado a mi manera para inaugurar esta nueva ¿sección? Realmente no sé cómo llamarla. Quería escribir sobre un poco de todo y no he encontrado nombre para ella. Así que la llamaremos «Sin nombre» e improvisaremos un título ingenioso cada vez.
Estoy pensando que hace muchísimo tiempo que no escribo en aquella sección que bauticé como «Curioso diseño» y Prohibido leer a Lewis Carroll es el libro perfecto para volver a ella.
«Lolita», de Vladimir Nabokov
La historia de la obsesión de Humber Humbert, un profesor cuarentón, por
la doceañera Lolita es una extraordinaria novela de amor en la que intervienen
dos componentes explosivos: la atracción «perversa» por las nínfulas y el
incesto. Un itinerario a través de la locura y la muerte, que desemboca en una
estilizadísima violencia, narrado, a la vez con autoironía y lirismo
desenfrenado, por el propio Humber Humbert.
Lolita ha sido la lectura escogida para los meses enero-febrero de Elclub Pickwick, y la segunda en el reto cincuenta clásicos en cinco años. Por un lado me apetecía leerla, pero por otro creía que el tema me iba a echar para atrás. Ahora estoy orgullosa de haber leído uno de los libros que más sentimientos ha despertado en mí como compasión, repugnancia o admiración.
Más o menos todos sabéis de qué trata la historia, sino el argumento lo deja entrever bastante bien. Un hombre de cuarenta años atraído por niñas preadolescentes acaba de inquilino en casa de una viuda y de su hija de doce años, Dolores, o Lolita para Humbert, puesto que para él, ella será el amor -u obsesión- de su vida. Me cuesta describir a Humbert y a Lolita de una manera objetiva, él es uno de los personajes cuya construcción sobresale del resto. Bajo la apariencia de inteligente, culto y maduro, se esconde un hombre repugnante y enfermo. No puedo describirlo de otra forma, aun así, lo que más me ha impresionado es que al final del libro llega un momento en que su manera de narrar los acontecimientos finales acaba despertando en el lector compasión porque te das cuenta de lo ridículo que es. Dolores, Dolly, Lola será un niña inmadura y malcriada, de esas que creen que lo saben todo pero que, en realidad, no tienen ni idea de nada: una preadolescente de los pies a la cabeza. La llegada de Humbert a su vida la convertirá en Lolita, que bajo su apariencia segura, para mí se convierte en una víctima. Hay quien dice que ella es tanto víctima como verdugo en esta historia, pero yo no puedo verla como verdugo, las situaciones por las que esta niña -¡solo tiene doce años!- pasa, nadie debería sufrirlas, por mucho que hubiera un momento en que Lolita se dejara deslumbrar por Humbert.
Dejando a un lado el tema, llega el momento de echar un lanza a favor de la novela y animaros a leerlo por una sencilla razón: está muy bien escrita, el manejo que tiene Vladimir Nabokov con el lenguaje es maravilloso, y si me he dado cuenta con la traducción, no me imagino cómo será en su lengua original (que no era la Vladimir, él la escribió en inglés pese a no ser su lengua natal). Además, Nabokov ha construido la historia siendo Humbert Humbert el narrador de ella y la cuenta hacia ese jurado que lo condenará: nosotros, los lectores. El autor juega con nuestra moralidad, y por ello, tiene todos mis respetos porque hay pocos que lo consigues, como él. Sin embargo, las últimas cincuenta páginas del libro acaban siendo cargantes y la narración de Humbert/Nabokov se volvió algo pesada. Necesitaba que acabara ya, porque todo lo que pasaba estaba siendo demasiado para mí.
Como podéis ver, Lolita es un libro polémico que no de deja indiferente a nadie, hay que leerlo para saber realmente por qué hay tantas opiniones distintas. La perversión, el erotismo que enmarca sus páginas está muy presente. Hubo momentos en que me sentí atrapada por el estilo y la historia, por saber cómo iba a resolverse, pero el círculo en el que acaba metido Humbert acabó por abrumarme. Han pasado semanas desde que lo terminé y ¿me gustó? No lo sé; Lolita es uno de esos libros que solo el tiempo será el que me haga contestar esa pregunta.
«Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío; alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres paso par dar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.
Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, cuando estaba derecha, con su metro cuarenta y ocho de estatura, sobre un pie enfundado en un calcetín. Era Lola cuando llevaba puestos los pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos siempre fue Lolita.»
Vladimir Nabokov (1899-1977) es uno de los escritores del siglo XX con obras tan conocidas como Lolita, Ada o el ardor, Pálido fuego o Una belleza rusa. Tras huir primero de la Rusia comunista e instalarse en Alemania e Inglaterra, Nabokov abandonó la Europa de la II Guerra Mundial para vivir en Estados Unidos. A partir de 1938 escogió el inglés como lengua literaria y desde 1941 comenzó a dar clases de Literatura Comparada y Ruso en el Wellesley College, aunque también enseñó en otras universidades, como Cambridge o Cornell.
Lolita ha sido la lectura escogida para los meses enero-febrero de Elclub Pickwick, y la segunda en el reto cincuenta clásicos en cinco años. Por un lado me apetecía leerla, pero por otro creía que el tema me iba a echar para atrás. Ahora estoy orgullosa de haber leído uno de los libros que más sentimientos ha despertado en mí como compasión, repugnancia o admiración.
Más o menos todos sabéis de qué trata la historia, sino el argumento lo deja entrever bastante bien. Un hombre de cuarenta años atraído por niñas preadolescentes acaba de inquilino en casa de una viuda y de su hija de doce años, Dolores, o Lolita para Humbert, puesto que para él, ella será el amor -u obsesión- de su vida. Me cuesta describir a Humbert y a Lolita de una manera objetiva, él es uno de los personajes cuya construcción sobresale del resto. Bajo la apariencia de inteligente, culto y maduro, se esconde un hombre repugnante y enfermo. No puedo describirlo de otra forma, aun así, lo que más me ha impresionado es que al final del libro llega un momento en que su manera de narrar los acontecimientos finales acaba despertando en el lector compasión porque te das cuenta de lo ridículo que es. Dolores, Dolly, Lola será un niña inmadura y malcriada, de esas que creen que lo saben todo pero que, en realidad, no tienen ni idea de nada: una preadolescente de los pies a la cabeza. La llegada de Humbert a su vida la convertirá en Lolita, que bajo su apariencia segura, para mí se convierte en una víctima. Hay quien dice que ella es tanto víctima como verdugo en esta historia, pero yo no puedo verla como verdugo, las situaciones por las que esta niña -¡solo tiene doce años!- pasa, nadie debería sufrirlas, por mucho que hubiera un momento en que Lolita se dejara deslumbrar por Humbert.
Dejando a un lado el tema, llega el momento de echar un lanza a favor de la novela y animaros a leerlo por una sencilla razón: está muy bien escrita, el manejo que tiene Vladimir Nabokov con el lenguaje es maravilloso, y si me he dado cuenta con la traducción, no me imagino cómo será en su lengua original (que no era la Vladimir, él la escribió en inglés pese a no ser su lengua natal). Además, Nabokov ha construido la historia siendo Humbert Humbert el narrador de ella y la cuenta hacia ese jurado que lo condenará: nosotros, los lectores. El autor juega con nuestra moralidad, y por ello, tiene todos mis respetos porque hay pocos que lo consigues, como él. Sin embargo, las últimas cincuenta páginas del libro acaban siendo cargantes y la narración de Humbert/Nabokov se volvió algo pesada. Necesitaba que acabara ya, porque todo lo que pasaba estaba siendo demasiado para mí.
Como podéis ver, Lolita es un libro polémico que no de deja indiferente a nadie, hay que leerlo para saber realmente por qué hay tantas opiniones distintas. La perversión, el erotismo que enmarca sus páginas está muy presente. Hubo momentos en que me sentí atrapada por el estilo y la historia, por saber cómo iba a resolverse, pero el círculo en el que acaba metido Humbert acabó por abrumarme. Han pasado semanas desde que lo terminé y ¿me gustó? No lo sé; Lolita es uno de esos libros que solo el tiempo será el que me haga contestar esa pregunta.
«Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío; alma mía. Lo-li-ta: la punta de la lengua emprende un viaje de tres paso par dar abajo hasta apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo. Li. Ta.
Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana, cuando estaba derecha, con su metro cuarenta y ocho de estatura, sobre un pie enfundado en un calcetín. Era Lola cuando llevaba puestos los pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos siempre fue Lolita.»
Vladimir Nabokov (1899-1977) es uno de los escritores del siglo XX con obras tan conocidas como Lolita, Ada o el ardor, Pálido fuego o Una belleza rusa. Tras huir primero de la Rusia comunista e instalarse en Alemania e Inglaterra, Nabokov abandonó la Europa de la II Guerra Mundial para vivir en Estados Unidos. A partir de 1938 escogió el inglés como lengua literaria y desde 1941 comenzó a dar clases de Literatura Comparada y Ruso en el Wellesley College, aunque también enseñó en otras universidades, como Cambridge o Cornell.
El club Pickwick y el reto de los cincuenta clásicos en cinco años
Clásicos. Una de mis asignaturas pendientes de la que he decidido
coger las riendas. No sé si es que la edad está pasando factura y
siento que debo centrarme más en novelas más ajenas a mi edad actual. El caso
es que en los últimos meses he visto varias iniciativas donde los clásicos son
los grandes protagonistas y me he dejado llevar por ellas.
Hace algunos meses, exactamente en abril, Magrat Ajostiernos, administradorade Crónicas del Ferrocarril,blog de referencia que adoro en cuanto a clásicos en novelas, películas y series, junto con Jane (Qué leería Jane Austen) y Koni (Feeling Twinkly), crearon El club Pickwick, un club de lectura solo de clásicos.
Cada dos meses eligen una nueva novela, el primer mes se lee y el segundo se comenta por las redes sociales, principalmente Twitter con el hashtag #PickwickClub. Los afortunados que viven en Asturias pueden asistir a una de sus reuniones donde hablar libremente de la lectura escogida. Para noviembre y diciembre tienen programada Navidades trágicas, de Agatha Christie. No sé si me dará tiempo, pero para la próxima seguramente participe porque me encanta esta iniciativa.
Pero sin duda, fue la entrada que escribió Alícia en su blog, Alícia Reads, en la que hablaba del reto de leer cincuenta clásicos en cinco años, la que me ha animado a tomarme la lectura de este tipo de novelas más en serio. Pensé en esa lista de clásicos que que quería leer y que tenía en Goodreads, pensé en los próximos cinco años y, ¿por qué no?
Tal y como la propia Alícia cuenta -la cual ha cogido el reto de The Classics Club, donde encontraréis toda la información de cómo funciona este reto- se puede escoger cincuenta, cien o más clásicos, pero para empezar creo que cincuenta es una buena cifra, ya veremos si de aquí a dos o tres años se cambia. Para participar solo hay que presentar la lista y escribir sobre ellos una vez terminada su lectura. La lista provisional de los libros que yo he escogido la podréis encontrar en Goodreads. Cambiará, estoy segura, porque una de las cosas que más me ha gustado es que se pueden incluir relecturas y hay varios que me gustaría volver a leer.
El reto ya está en marcha porque ahora mismo me encuentro enfrascada en la lectura de Peter Pan (J. M. Barrie). La edición que tengo cuenta con Peter Pan en los jardines de Kensington -que ya he leído y que me ha encantado- y con Peter Pan y Wendy -por ahora es preciosa la historia-. No puede ser mejor comienzo.
Hace algunos meses, exactamente en abril, Magrat Ajostiernos, administradorade Crónicas del Ferrocarril,blog de referencia que adoro en cuanto a clásicos en novelas, películas y series, junto con Jane (Qué leería Jane Austen) y Koni (Feeling Twinkly), crearon El club Pickwick, un club de lectura solo de clásicos.
Cada dos meses eligen una nueva novela, el primer mes se lee y el segundo se comenta por las redes sociales, principalmente Twitter con el hashtag #PickwickClub. Los afortunados que viven en Asturias pueden asistir a una de sus reuniones donde hablar libremente de la lectura escogida. Para noviembre y diciembre tienen programada Navidades trágicas, de Agatha Christie. No sé si me dará tiempo, pero para la próxima seguramente participe porque me encanta esta iniciativa.
Pero sin duda, fue la entrada que escribió Alícia en su blog, Alícia Reads, en la que hablaba del reto de leer cincuenta clásicos en cinco años, la que me ha animado a tomarme la lectura de este tipo de novelas más en serio. Pensé en esa lista de clásicos que que quería leer y que tenía en Goodreads, pensé en los próximos cinco años y, ¿por qué no?
Tal y como la propia Alícia cuenta -la cual ha cogido el reto de The Classics Club, donde encontraréis toda la información de cómo funciona este reto- se puede escoger cincuenta, cien o más clásicos, pero para empezar creo que cincuenta es una buena cifra, ya veremos si de aquí a dos o tres años se cambia. Para participar solo hay que presentar la lista y escribir sobre ellos una vez terminada su lectura. La lista provisional de los libros que yo he escogido la podréis encontrar en Goodreads. Cambiará, estoy segura, porque una de las cosas que más me ha gustado es que se pueden incluir relecturas y hay varios que me gustaría volver a leer.
El reto ya está en marcha porque ahora mismo me encuentro enfrascada en la lectura de Peter Pan (J. M. Barrie). La edición que tengo cuenta con Peter Pan en los jardines de Kensington -que ya he leído y que me ha encantado- y con Peter Pan y Wendy -por ahora es preciosa la historia-. No puede ser mejor comienzo.
«Para siempre». «Cuatro bodas 4», de Nora Roberts
He conocido a Mac, en Álbum
de boda, a Emma, en Rosas
sin espinas, y a Laurel, en Sabor
a ti, así como a sus profesiones dentro de la empresa de organización de
bodas Votos; y solo me
quedaba por conocer a la cuarta amiga e integrante de la empresa: Parker Brown,
la reina de la eficacia y el control absoluto, que no imagina lo mucho
que va a cambiar su vida cuando, una tarde lluviosa, su coche se sale de la
carretera. Al rescate llega Malcom Kavanaugh, quien lejos de ser un príncipe
azul es una mecánico que representa lo que ella más aborrece: lo impredecible.
La reseña de Para siempre se me ha hecho de rogar más de lo que yo
misma esperaba. Reconozco que han pasado varios meses desde que terminé la
serie Cuatro Bodas, pero
recuerdo bastante bien todo lo que la última novela me transmitió. Si
recordáis, pese a lo
mucho que me gustó el primer libro, los siguientes me decepcionaron ya que había muchas
similitudes entre sí y con la primera historia. Por lo tanto, pensaba que me encontraría
más de lo mismo en esta última. Y aunque así ha sido, la personalidad de los
personajes principales, Parker y Malcom, ha mejorado la mi percepción sobre la
serie.
En lo poco que
había leído sobre Parker en los anteriores libros ya me imaginaba que iba a ser
un personaje que iba a darle vidilla a la historia. Ella es una chica
fuerte, seria –cuando la situación lo requiere-, que sabe cómo manejar
cualquier tipo de situación con una maestría que ya quisiera yo. Como organizadora
de eventos sabe que la presión puede ser su gran aliada y siente que el trabajo
es su vida, lo que más feliz le hace, su pasión. Malcom, en cambio, tiene otra
manera de ver las cosas, más calmada, sabe separar su vida laboral de la
personal, es más pasota, tranquilo. Ambos han pasado por una situación
difícil que les cambió su visión de la vida –si recordáis, Parker perdió a sus
padres-. Mientras que para Malcom fue la clave para empezar a vivir la vida sin
complicaciones, disfrutando de cada momento, Parker encontró en el trabajo el
bálsamo que necesitaba. Tan
diferentes y tan parecidos. Sus choques me han hecho pasar momentos muy
entretenidos y divertidos, sin duda, lo mejor de Para siempre son ellos.
En cuanto al
desarrollo de la historia hay pocas sorpresas que se diferencien de los otros
libros. Nora Roberts vuelve a repetir algunos de los aspectos que no me
convencieron, como por ejemplo que no se ve cómo se va construyendo la pareja,
sino que todo acaba siendo muy precipitado. Es cierto que en esta última novela
este hecho no está tan presente, pero su sombra es palpable. En este caso, y
como sucedía con Álbum de
boda, el pretendiente en cuestión viene del mundo de fuera de las chicas
–no para Emma y para Laurel- por lo que su propia historia me ha parecido más
profunda que la de Jack y Del. La previsibilidad no ha sido en sí un aspecto
negativo, todos sabemos qué es lo que nos vamos encontrar en este género, y Nora Roberts sabe que lo que sabemos, por lo que su objetivo no es
sorprender, sino deleitarnos con el ambiente y con los personajes, y en eso sí que no me puedo quejar.
El resto de la
familia Votos, porque eso es lo que son y cómo se sienten ellas, están bien
presentes, organizando las bodas y los diferentes eventos por las que son contratadas,
mientras sus vidas siguen adelante. En Para siempre veremos como una de ellas dará el gran
paso por lo que toda la casa se verá trastocada por el feliz evento. Como en
los anteriores libros, la
organización de las bodas es uno de los aspectos que más me ha gustado de esta
serie, ver cómo se cuecen los preparativos, los reportajes, la decoración, la
comida –con la presencia del pastel nupcial-, todo coordinado por Parker al
segundo. Ha sido un
placer leer sobre ello.
Cuatro
bodas ha sido una lectura con sus más y sus
menos, Álbum de boda y Para siempre son las novelas que más me ha gustado, la primera porque muestra una preciosísima historia, el inicio de la serie, y la última porque los protagonistas son muy
atrayentes. De todos modos, guardo un buen recuerdo de la serie y espero que el
próximo libro que lea de Nora Roberts me haga disfrutar muchísimo.
«-Ha
traído a Parker en la moto.
Jack rió
socarrón y desvió la mirada de Del para fijarse en Mal.
-Estás
de coña.
-No hay
mal que por bien no venga. –Malcom, que empezaba a divertirse, se metió una
aceituna en la boca-. O venía en moto, o llegaba tarde a la reunión. En fin…
–Volvió a zamparse otra aceituna-. Creo que le ha gustado. Tendré que llevarla
a dar una vuelta de verdad.
-Eso.
–Del soltó una risita-. Te deseo buena suerte».
- Plaza & Janés / DeBolsillo (Penguin
Random House) -
Las mejores historias del 2014 las quiero para el 2015
Me ha costado mucho decidirme por las mejores historias de este 2014. Cada vez estoy más convencida de que deberían ser aquellas que recuerdas con cariño a pesar de los meses, las que te han removido por dentro, las que más te han emocionado, las que te han hecho sonreír o reír a carcajadas. Estas son las mías.MEJORES LIBROSDe 62 libros, 56 son los que he leído este año, no he llegado a la cifra que me había propuesto pero no me importa, porque tengo una nueva oportunidad, ¿no? He leído libros de todo tipo –incluso en inglés, de lo que estoy muy satisfecha-, me he abierto más a libros infantiles y he encontrado historias en las que me he emocionado y en las que he sufrido. Puede que algunas no tengan un cinco en Goodreads pero han estado muy cerca y se merecen estar aquí.Se vende mamá (Care Santos) y Prohibido leer a Lewis Carroll (Diego Arboleda y Raúl Sagospe) son los libros infantiles que comentaba, historias que a los más mayores también nos harán sonreír; Stardust y El océano al final del camino (Neil Gaiman) han sido dos novelas maravillosas que catapultan al autor como a uno de mis favoritos; tanto Jane Eyre (Charlotte Brontë) como Peter Pan (James M. Barrie) me han recordado que los clásicos deben caerse a mis manos más a menudo si son tan buenos como ellos; como no mencionar a Perdida (Gillian Flynn) y lo alucinada que me dejo; Todas las constelaciones del amor (Lydia Netzer) es ese tipo de novela con la que piensas de vez en cuando pese al tiempo pasado. La peculiar història de l’Ava Lavender (Leslye Walton) y Tota la veritat dins meu (Julie Berry) han sido dos historias muy diferentes a lo que suelo leer y me han introducido en dos ambientes apasionantes ; y por último Ensueños (David Aceituno y Conrad Roset), su belleza es mágica, un libro obligatorio para los lectores de álbumes ilustrados.MEJORES PELÍCULASSetenta películas vistas no está nada mal. Entre todas ellas destaco a ocho. Salvo una, el resto son estrenos de este 2014, lo que me hace pensar que hay muchísimas películas clásicas o de años anteriores que debo descubrir. Pocas están reseñadas, y estoy muy enfadada conmigo misma por no haberle dedicado más entradas al cine, ojalá este 2015 no vuelva a cometer el mismo error.Temía ver Bajo la misma estrella y Si decido quedarme por los temas que trata y porque sus novelas me gustaron mucho, por lo que esperaba que fueran buenas adaptaciones, y así han sido. No tengo palabras para describir lo que ambas me hicieron sentir, quienes las habéis visto me entenderéis. Esperaba mucho de Perdida, ya que el libro es alucinante, y cumplió las expectativas con sobresaliente. Me alegro también que La ladrona de libros tuviera una buena adaptación pese a lo difícil que me parecía hacer. Te mantiene un nudo en la garganta durante toda ella. Grandes sorpresas han sido Cinema Paradiso y Al encuentro de Mr. Banks, sus historias no son nada indiferentes a los amantes de los libros y el cine. Me lo pasé pipa con El gran hotel Budapest –Wes Anderson, el director, ha sido mi gran descubrimiento- y El lobo de Wall Street –soy una gran seguidora de Leonardo DiCaprio-, son totalmente diferentes, pero a su manera me hicieron disfrutar del cine como hacía tiempo que no lo hacía.MEJORES SERIESElegir las mejores series de este año ha sido, sin duda, lo más difícil. Hay series con las que disfruto muchísimo pero que han tenido una temporada floja y no las he incluido. Así que me he regido por las que sí han cumplido mis expectativas. Mismo error que con las películas, nada de reseñas sobre series (muy mal por mí).2 broke girls se ha mantenido firme y es que ambas chicas despiertan carcajadas allá donde vayan; como olvidar a Sherlock y lo mucho que disfruté de los tres capítulos, quiero mucho más; Raising Hope se merece estar aquí, es una de las más divertidas y no entiendo por qué ha sido cancelada, la verdad; puede que la novena temporada de Supernatural no haya sido la mejor pero sí la que me ha hecho ver lo mucho que disfruto viéndola, Sam, Dean y Castiel ya forman parte de mis personajes favoritos; y por último, Juego de tronos y esa temporada que nos obliga a desear que llegue abril (os debo la reseña de ella, lo sé).No sé si os habéis dado cuenta, pero durante este 2014 Estantería Azul ha sufrido cambios interiores. No ha sido un año fácil respecto a mi relación con el blog, pero ambos deseamos que el año que ya se acerca nos vaya mejor. Por mi parte sólo espero encontrar tan buenas historias –ya sean en libros, películas y series- como los años anteriores. Para cerrar este año, sólo me queda agradecer a todos aquellos que visitáis Estantería Azul por dejar vuestra huella en él; no sería lo mismo sin vosotros, así que: GRACIAS.¡FELIZ AÑO NUEVO 2015!
domingo, 5 de maio de 2013
Saca al escritor que llevas dentro, de Iria López Teijeiro
Descubre cómo dominar tu inspiración en Estantería Azul.
¿Te gustaría sentarte a escribir cada día y tener cientos de
ideas para tus historias? ¿Te imaginas no tener que preocuparte más por el
miedo ante el folio en blanco? Entonces, te interesa Saca al escritor que
llevas dentro. Las ideas están por todas partes. Solo hay que saber cómo
manejarlas. Con este libro, tú también aprenderás a hacerlo.
En este libro encontrarás 101 ejercicios de escritura que
podrás desarrollar tantas veces como quieras. No tendrás que pararte a esperar
por las musas nunca más. Un libro de escritura creativa para que descubras
miles de nuevas historias que contar. Prepara tu pluma y ¡atrévete a sacar el
escritor que llevas dentro!
Ésta no va a ser una reseña como las demás porque éste no es
un libro como los que acostumbráis a ver por aquí. Aunque no reseño libros de
no ficción me pareció que éste os interesaría ya que muchos de vosotros hacéis
vuestros pinitos como escritores, y una pequeña ayuda nunca viene mal.
¿Algunas vez has tenido una idea y no has sabido
desarrollarla? ¿Tienes tiempo para escribir pero no se te ocurre nada? ¿Te
gustaría ser mucho más creativo? Entonces este libro está destinado a que lo
leas porque estoy segura de que os ayudará a sacar a flote vuestras mejores
historias. Y qué mejor manera que animándote a escribir todos los días, ése es
uno de los objetivos que Iria López deja
claro desde el principio, aunque sea una media hora; y no censurarse, dejar la
imaginación correr, porque es cuando surgirán esas grandes ideas. En diez
consejos resume cómo afrontar la escritura con ilusión y disciplina, un
decálogo perfecto para leer cada día y tenerlo presente a la hora de escribir.
Pero hay mucho más. El libro se divide en siete capítulos, y en cinco de ellos
se incluyen unos veinte ejercicios diferentes entre sí para 3practicar. Saca al
escritor que llevas dentro hace hincapié en, por ejemplo, los personajes, cómo
idearlos, cómo profundizar en ellos; en el detonador que dé pie a toda la
historia; ejercicios para inspirarse en mundos nuevos; potenciar las diversas técnicas
narrativas; incluso una lista de diferentes recursos para que esa media hora de
escritura sea más cómoda.
Sobre los ejercicios hay de todo tipo, unos más fáciles de
hacer y otros donde necesitarás una serie de herramientas o dedicarle un mayor
tiempo. Lo que me ha sorprendido es lo sencillo que son algunos y lo divertidos
que pueden llegar a ser, además de que ayudan a trabajar todas las partes de la
novela mencionadas más arriba. Para ejemplo un botón: uno de los ejercicios
trata de elegir dos palabras, fusionarlas y escribir una definición. Luego, si
lo ves claro y te apetece, escribes una historia con ellas. Harardo fue una de
las palabras que surgieron mientras hacía ese ejercicio (seguí el consejo de no
censurarme y es lo que salió):
Harina + Bastardo=
Harardo_dícese del grano que sale en la punta de la nariz cuando se comen
nueces debajo de un puente.
Ha sido una muy buena experiencia con la que he aprendido a
tener en cuenta algunos aspectos que antes pasaba por alto, no sólo a la hora
de escribir, sino también en la lectura de cualquier novela. Iria y su libro
motivan lo suficiente para que una de las ideas cobre fuerza y sientas que ha
salir a flote.
- Disponible en papel y en eBook en Literautas Editorial -
¡Mil gracias a la editorial por el ejemplar!
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