Mis lecturas han empezado el año muy descolocadas.
Ahora mismo, además de la lectura sin fin que comento más arriba, estoy leyendo The boy who sneaks in my bedroom window [Goodreads]. Dentro de unos meses me examinaré para el First Certificate y quiero leer mucho en inglés desde ahora hasta entonces. Tenía esta novela en el eReader desde hace unos meses y la compré porque estaba a un euro y pico, pero la verdad es que no me está gustando mucho, le falta chispa, está llena de tópicos y el estilo de la autora no es muy bueno. También estoy leyendo una novedad de este mes de febrero que saldrá reseñada en la revista Off the record de marzo. Por fin algo que me gusta, que exceptuando Lolita, puedo decir que llevo una racha algo mala.
Y hablando de Off the record quería dejar aquí plasmado que en el anterior número –el de enero- podéis encontrar tres reseñas mías: Theotocópuli bajo la sombra del Greco, de Rosa Huertas, un libro que abre una nueva visión de este gran pintor con un toque de lectura prescriptiva escolar, pero que ya me hubiera gustado a mí que me tocaran libros así; Recuerda que me quieres, de W. Davies o las conocidas blogueras Maisha y Arsénico con un Peter Pan y una Wendy muy actuales, y Prohibido leer a Lewis Carroll, de Diego Arboleda y Raúl Sagospe, un libro que es amor y cuyo título he versionado a mi manera para inaugurar esta nueva ¿sección? Realmente no sé cómo llamarla. Quería escribir sobre un poco de todo y no he encontrado nombre para ella. Así que la llamaremos «Sin nombre» e improvisaremos un título ingenioso cada vez.
Estoy pensando que hace muchísimo tiempo que no escribo en aquella sección que bauticé como «Curioso diseño» y Prohibido leer a Lewis Carroll es el libro perfecto para volver a ella.
Nenhum comentário:
Postar um comentário